Este proyecto se origina en la imperiosa necesidad de proteger y orientar a las próximas generaciones en un contexto donde la tecnología evoluciona de manera vertiginosa y los jóvenes muestran una notable adaptabilidad a los entornos virtuales. Sin embargo, ¿de qué exactamente necesitamos protegerlos?

Con el avance tecnológico, surgen riesgos cada vez más complejos y omnipresentes. Hoy en día, la vida cotidiana puede transcurrir en gran medida en el ámbito digital, lo que subraya la importancia crítica de nuestro proyecto.

Es esencial comprender cómo enseñar a las generaciones venideras a protegerse y desenvolverse de manera segura en estos entornos digitales, donde las amenazas pueden ser variadas y sutiles. Desde el robo de identidad hasta el acoso en línea, las nuevas generaciones se enfrentan a desafíos que requieren habilidades y conocimientos específicos para gestionar de forma efectiva.

Además, el proyecto aspira a establecer un sistema robusto en el que aquellos que adquieran estos conocimientos puedan convertirse en agentes multiplicadores, compartiendo sus experiencias y aprendizajes con otros. Esto crea un ciclo continuo de enseñanza y aprendizaje, fortaleciendo así la resiliencia y la seguridad digital de las futuras generaciones.